Monday, September 15, 2008

PACHO GALAN PARTE II

FRANCISCO "PACHO" GALAN




Pacho Galán Falleció en horas de la madrugada de un jueves 21 de julio de 1988 en Barranquilla (Colombia), ciudad donde había transcurrido gran parte de su carrera artística. Residía en ese momento cerca a una de las 14 esquinas de Siete Bocas en el barrio Recreo.

Conoció el éxito a partir de los 45 años, después de haber grabado por primera vez en Medellín con discos Sonolux "Ay Cosita Linda", el Merecumbé que le daría la vuelta al mundo. Su trascendencia llegó hasta el cine al ser incluida en la película mexicana "El que con niños se acuesta...", realizada en 1957 con la actuación de Tin Tan y Lilia Parado, bajo la dirección musical del gran artista Manuel Esperón. Además de conocer la gloria con esta composición, se convirtió en el único mósico costeño y colombiano, en el presente siglo, que creara nuevos ritmos bailables que trascendieran en el mundo de la mósica bailable hispanoamericana.

El merecumbé lo creó en una época en la cual la avalancha de ritmos bailables internacionales eran abrumadores. Fue la época donde los cubanos invadían las salas de baile con sus caha-cha chas y boeros; las orquestas de Tito Rodríguez, Tito Puente y Machito atacaban con sus terribles descargas desde Nueva York; desde México, Pérez Prado respondía con sus mambos y gritos guturales; desde Santo Domingo el merengue apambichao iniciaba su primera incursión importante y desde la costa oeste de los Estados Unidos, en Memphis, se reempacaba el Rock and Roll de orígen negro, a través de figuras industriales como Elvis Presley, para enloquecer a las juventudes. Allí fue donde surgió inmensa la figura de Pacho Galán, mezclando elementos sonoros de nuestra región para proyectarlos en las pistas bailables de Colombia y del mundo.

El Rey del Merecumbé, como se le conoció en esa época, había iniciado su vida musical desde muy niño, haciendo su primera composición a los 14 años, un vals llamado "Teresa". Posteriormente en junio de 1929 el tema "Masato", una rumba, fue grabado por la Orquesta Panamericana de en el sello Columbia de los Estados Unidos. En ese mismo mes y año se casa con Carmen Gravini, teniendo tres hijos: Francisco, que reside en Bogotá; Carmen, en los Estados Unidos; y Armando Galán, en Barranquilla.

Posteriormente ingresaría a la Banda Departamental, tocaría en algunas agrupaciones hasta hacer parte definitiva de la Orquesta Sosa, poniendo su talento creativo y de orquestador al servicio de Luis Felipe Sosa.

Cuando muere Sosa y se crea la Atlántico Jazz, pasa a ser el arreglista de la mayoría de los porros, guarachas, cumbias y boleros que interpretara o grabara la Atlántico Jazz Band. Llegando inclusive a orquestar y grabar por primera vez un vallenato: "El Compae Chuipuco". A partir de esa década de los 40´s, sería el orquestador predilecto de la mayoríade los compositores jóvenes de la época: Rafael Campo Miranda, José Barros, José María Peñaranda, Lucho Bermudez, la Orquesta Fuentes, la Orquesta Sonolux, etc.

Francisco de Asís Galán, mejor conocido como Pacho Galán o el Rey del Merecumbé, había nacido en Soledad un 3 de octubre de 1906 en el hogar de Adolfo Galán y Teresa Blano.

Además del Merecumbé, creó más de 10 ritmos bailables, de los cuales trascendieron el Chiquichá, el Tiqui, el Mece-Mece y otros, siendo el más importante el Mercumbé.


PACHO GALAN PARTE I













 
 



Pacho Galán


Compositor

 



 










 




Paseó la música colombiana por el mundo
....



Este hombre es de esas personas
que engañan a primera vista. Quien lo ve metido en un
bus de "Delicias-Olaya" o caminando despaciosamente
por la calle San Juan de Barranquilla, no puede imaginar que tras esa figura
canosa y de cara arrugada, se esconde uno de los mejores compositores y
arreglistas de temas populares que Colombia haya producido en toda su
historia. 


Nacido en Soledad, el más folclórico de los municipios del
Atlántico, este Pacho Galán le ha dado a nuestro país un brillo
internacional ocultándose tras una sencillez natural que irradia respeto y
admiración. 


Su importancia cruzó rápidamente las fronteras hasta lo más
recóndito del mundo cuando una noche, en Medellín, Matilde Díaz le
interpretó su famosísima "Cosita Linda" iniciándose así la
gran era de la música colombiana: la era del merecumbé, el nuevo ritmo
creado por el maestro Pacho y que en poco tiempo llegó a ser tema obligado
de todas las orquestas en los cinco continentes. 


"Cosita Linda" la compuse en 1954 dedicada a una muchacha
que conocí en el Paseo Bolívar de Barranquilla. Traté de enamorarla,
pero más nunca supe de ella. La recordaba muchísimo, por eso aquello de
"soñaba que te besaba, y que en tus brazos dormía...". No me pregunte su
nombre, porque en realidad nunca lo supe. Lo que
tampoco sabía en aquellos momentos

el maestro Galán, era que su melodía iría a caminar a
pasos agigantados. "Todavía me llegan cheques en dólares de diferentes
partes del mundo por los derechos de autor de "Cosita Linda". Aquella
canción fue solicitada inmediatamente por un inmenso cantante negro llamado
Nat King Cole, ídolo mundial, que se encargó de hacerla sonar por las cuatro
latitudes. Después sería la célebre Sonora Matancera y muchísimas
agrupaciones de diferentes partes del exterior. Con
"Cosita Linda" nació, hace exactamente veinte años, uno de los más
originales ritmos colombianos y de los que más vuelta le ha dado al mundo:
el merecumbé.


Siguiendo los pasos del abuelo soledaño


Pacho Galán nació con la vena musical metida en la cuna: su
abuelo Manuel, tocaba el bombardino en las "papayeras" que se organizaban en
Soledad con motivo de las procesiones y fiestas de San Antonio. Su tío,
llamado también Manuel, era el mejor clarinetista de toda la región; y su
padre, Adolfo, hacía de primera trompeta en la Banda Departamental que
dirigía el maestro Luis M. Sosa. "Fue mi padre quien me hizo profesional de
la música pues me llevó a hacer parte de la banda que ensayaba en el parque
de San José y tocaba retretas en los barrios. Yo aprendí a tocar trompeta a
escondidas de mi casa. Mi mamá no quería que me convirtiera en músico. Ella
pretendía que estudiara para que siguiera carrera de
Medicina. Pero yo quería ser músico. Me pusieron en la escuela pública de
Luis Caparroso y a los.quince años, cuando el director decidió organizar una
banda de

guerra, yo pedí que me dejaran la trompeta. El padre Julio
Rodríguez, lo mismo que Julio Lastra, se encargaron
de darme el pulimento final. Recuerdo que hicimos el debut en Soledad a
donde viajamos en una de las "chivas amarillas" de Arturito de Castro. 


Ese día invitaron a todos los padres de familia. Yo, por
temor, nada le dije a los míos. Pero el desfile tenía. que pasar justamente
por todo el frente de mi casa. Mi mamá, que había llegado de hacer mercado,
me vio y cuando regresé al hogar me esperaba con una correa. Pero aquel
castigo sirvió para querer más a la música". 


De "Teresa" al merecumbé 


Al maestro Pacho Galán lo encontramos en San
J
uan Nepomuceno, una pintoresca población bolivarense. Allí, haciendo
un alto en la dirección de su orquesta, se sentó a nuestro lado para
hablarnos de su vida tan llena de historias, recuerdos y grandes momentos... 


A comienzo de los años treinta nos
fuimos a vivir a Barranquilla.  Integré la Banda
Departamental. Después de Luis Sosa el director fue el maestro Pedro Biava.
Los mejores músicos eran Nelson García, un clarinetista que había estudiado
en Panamá y Luis Vásquez que tocaba la trompeta. Allí duré nueve años. En
1935 compuse "Teresa" un vals dedicado a mi
mamá. Fue mi primera composición que no transcendió pero tiene mucho
significado para mi. Luego Sosa integró una orquesta y me llamó a hacer
parte de ella. Teníamos contratos permanentes,
especialmente en el interior. Viajábamos casi siempre por el río y durábamos
una semana entera para llegar a Bogotá.


Seis años estuve en esa agrupación.
Sosa organizó luego la Filarmónica de Barranquilla y yo fui uno de los
fundadores, pero me aburrí rápidamente y me fui para la orquesta "Emisora
Atlántico" que dirigía Guido Perla. Esto fue en 1950. Los cantantes eran
Castillita, Jaime García y Rafael Serrano. Actuábamos todas las noches, de
ocho a nueve, en el estudio de la emisora y los fines de semana en el hotel
El Prado. Después me nombraron director de la orquesta y me tocó remplazar
en una grabación a Lucho Bermúdez quien iba para La Habana y tenía que
llevar otros dos números. Fue cuando grabamos "Caramelito"
y "Vamos a la playa" con Matilde Díaz. En 1954 decidí
independizarme. Llamé a varios músicos y organicé mi propia orquesta.
Debutamos interpretando "Cosita Linda" dándole vida así al merecumbé, una
mezcla de merengue y cumbia...


El merecumbé, una locura y el contrato desechado


El merecumbé fue la locura no sólo en el país sino fuera de
él. Después de "Cosita Linda" brotaron como torrentes en la inspiración del
mismo Pacho Galán muchos otros que hicieron bailar a millares de
colombianos: el brazalete (hoy interpretado por Billos Caracas
Boys como "La butifarra de Pacho"), Ay que rico amor,
Río y mar (la más bella composición dedicada a Barranquilla),
CaraSucia, El bombón, Merecumbé en Bogotá,
Mujer celosa, No me des con ese
palo
, Tico Noguera (dedicado a
Vicente Noguera Carbonell, presidente del Country Club de Barranquilla y hoy
Superintendente bancario), Merecumbé en Cartagena, y
muchísimos más.


-Recuerdo que los bogotanos bailaban todos mis éxitos, pero
no habían tenido oportunidad de ver personalmente mi orquesta. En 1955
Caracol nos invitó a Bogotá, aterrizamos en el desaparecido aeropuerto de
Techo y nos hicieron un recibimiento grandioso. Ese día lloré de la emoción
pues creía que esas bienvenidas estaban reservadas únicamente para los
extranjeros. Después tuvimos numerosas giras. Recorrimos toda Centroamérica
lo mismo que Perú, Ecuador y Venezuela. En Caracas tuve el honor de grabar
un L.P. con Nelson Pinedo, el mejor cantante tropical que ha tenido
Colombia. 


En 1958 Pacho Galán tuvo la gran oportunidad de su vida.
Desde Méjico la RCA Víctor le envió un contrato para
que se fuera a vivir allá cobrando lo que él
quisiera. Dámaso Pérez Prado y su mambo se habían venido abajo y la
internacional empresa disquera queria remplazarlo con el merecumbé.
 Pero el maestro Pacho Galán nunca firmó aquel
contrato con dólares libres. Prefirió Barranquilla y sus dominicales
paseos a Soledad antes que irse a trabajar a la convulsionada Méjico.


-Nunca me he arrepentido de aquello. ' Para mi estaban
primero los muchachos que integraban mi orquesta. De haber aceptado

aquel jugoso contrato todos los músicos que dependían de mi, hubieran
quedado sin trabajo. Y esto no lo podía permitir... 


Las dos anécdotas presidenciales


El gran compositor colombiano tiene muchas anécdotas en sus
cincuenta años de vida artística. Pero las que más recuerda fueron las
sucedidas con dos presidentes nacionales. Y Pacho Galán las recuerda
ahora... 


-Estando en Bogotá me pasó una cosa curiosa con el
presidente Lleras Camargo. Le hacían una recepción en el Club Los Lagartos y
me contrataron. Antes de iniciar el baile me acerqué al presidente para
saludarlo y le pregunté qué música quería escuchar. Yo tenía preparados
algunos valses, pero el mandatario me sorprendió con su respuesta: Maestro
Pacho, toque esa que dice "Ay cosita linda, mi amor".
Ese día toqué "Cosita Linda" como nunca. El doctor Lleras rompió el
protocolo y sacó a bailar a la señora del presidente
del club...


-El doctor Guillermo León Valencia nunca se me olvidará.
Siendo presidente hubo una fiesta en su honor en el club de la FAC. Fuimos a
tocar y antes de iniciar el baile se me acercó un alto militar, miembro de
su escolta, para decirme que al señor presidente le gustaba el vals "Vida de
Artistas". Lo preparamos y cuando íbamos a tocarlo llegó otro militar
diciéndome que el presidente Valencia quería hablar conmigo. 


Fui enseguida, nos saludamos y recuerdo bien lo que me dijo:
"Vea, maestro Galán, no me vaya a salir usted ahora tocándome el mismo
valsecito que me tocan todos. Hágame el favor y me toca "Ahí está la pared",
esa que canta Daniel Santos...". La toqué y antes que
terminara la tanda el alto militar estaba a nuestro
lado listo a meterme preso.


Tomado de la Revista
Cromos No.2922, 21 de enero de 1974






 

 

horizontal rule


Nota:  ColArte está interesado en complementar el WEB
de este compositor.  Comunicarse con colarte@cable.net.co


         

Telefax 6357776, Bogota

JAIRO OJEDA

Música de Jairo Ojeda  

UNA CANCIÓN A MODO DE PRESENTACIÓN

Hola Chiripitola es el saludo musical de Jairo Ojeda para abrir sus recitales. En esta ocasión es interpretada por la agrupación Preludio, de Cali, Colombia

Jairo Ojeda CONOCIENDO A JAIRO OJEDA


Canciones como 
Chontaduro maduro vende el negrito Arturo y Juguemos a la sombrahan pasado a ser parte del repertorio tradicional de los niños colombianos. Todos repiten estas canciones, que se transmiten de generación en generación, y pocos recuerdan que tanto letra como música pertenecen a Jairo Ojeda, verdadero pionero de la canción infantil en Colombia, quien inició su carrera musical con el trabajo titulado Todos Podemos Cantar.

A lo largo de sus treinta años de creación musical, no sólo para niños sino para el público adulto, Jairo Ojeda ha sido ganador de los Festivales Víctor Jara (Bogotá - 1982),  Festival Clavel Rojo (Sochi/URRS 1983), Festival de la Canción Colombiana  (Villavicencio - 1985 y 2001), Festival Nacional Mono Nuñez (Ginebra Valle - 1995  y 2000) y Festival Nacional del Bambuco (Pereira). Además ha recibido homenajes nacionales e internacionales por sus aportes a la música infantil.

Su realización musical, producida por distintas instituciones como el Instituto de Bienestar Familiar, el CINDE y la Alianza Colombo RDA, ha sido ampliamente divulgada. Intérpretes como los grupos Ruidos y Ruiditos de Argentina y Los Hermanos Rincón de México han incorporado las canciones de Jairo Ojeda a sus producciones. En Colombia sus composiciones son cantadas por María del Sol y Cantaclaro, Las Cantaoras del Pacífico, Cantolagre, Nueva Cultura y Preludio.

Su interés por los niños no sólo es a través de la música. En el campo pedagógico, es el diseñador de las imprentas artesanales utilizadas en el programa La Imprenta Manual. Hoy en día, Jairo une sus dos facetas y se dedica promocionar el uso de la imprenta en la escuela, además de llevar sus composiciones por todo el país para que todos sigan cantando y escribiendo canciones por y para los niños.

LOS RECITALES


Recitales de Jairo Ojeda acompañado de su guitarra, dirigidos a niños, pueden ser realizados en teatros, colegios, bibliotecas, centros comunitarios y otros auditorios.

Con el fin de permitir una buena comunicación entre el público y el compositor, se requiere de dos micrófonos con sus respectivas bases para amplificar el sonido.

Fechas, horarios y condiciones deben ser coordinados con cuatro semanas de anterioridad.

EL TALLER

Jairo Ojeda dicta el taller Atrapando Mariposas sobre la canción infantil. El contenido de este taller puede resumirse de la siguiente manera:

A manera de presentación:

Saludo musical - Canciones: Hola, como les va!, Hola chiripitola, Caen las hojas. Se propone un croquis de acción que permite el acercamiento a una valoración del cantar y la canción desde cada situación y experiencia personal para intentar aplicarlos alrededor de tres componentes básicos: cantar, hacer canciones cotidianas, recoger y promover en la comunidad educativa material musical, rondas y canciones tradicionales o autóctonas

Componentes del programa:

El programa tiene tres componentes básicos:

  • Actualización: Se realizan reflexiones críticas sobre la práctica pedagógica personal y las concepciones propias acerca de la canción y el cantar, de tal modo que se encamine hacia una transformación cualitativa fundamentada en el debate de ideas acerca de su conveniencia y significado educativo-pedagógico para el adulto y los niños
  • Investigación-Acción: Se orienta a los participantes para que desarrollen al interior de sus instituciones educativas, procesos de indagación, observación, experimentación y transformación del niño con el canto y la canción. Este proceso tiene un carácter dual. Por una parte los docentes deben explorar, implementar y diseñar estrategias de promoción y animación del canto y la canción en sus espacios. Y por otra, observar, sistematizar y analizar los resultados de este quehacer para acceder a conclusiones susceptibles de ser compartidas con otros
  • Innovación: Con este componente se pretende contribuir a que la canción y el cantar encuentren un espacio natural y significativo dentro de la institución educativa para que el cantar no quede reducido a meras actividades de adorno en determinadas fechas, sino que haga presencia en todo el curriculum, vinculándose con los procesos de investigación, en las ciencias sociales, naturales, matemáticas, etc. Se busca incidir no sólo en el fortalecimiento del proceso musical y en el acercamiento afectivo-placentero de los niños a la canción y el cantar, sino también a que maestros, padres y toda la comunidad escolar participen en la propuesta de vivir la canción infantil

Los CD

Tres CD con canciones de Jairo Ojeda interpretadas por diferentes grupos musicales recogen su creación musical de los últimos treinta años.

          

          

            

Informes y pedidos: imprentamanual@yahoo.com  

Algunas canciones para que todos se antojen:

Chontaduro maduro: Una de las primeras canciones de Jairo Ojeda que ya se ha convertido en un verdadero clásico latinoamericano.

 

La sombraGrandes y pequeños disfrutan jugando a la sombra con los dedos y con las manos desde hace años.

El ciempiés¿Está seguro de saber contar? Con este juego Jairo Ojeda lo dejará lleno de dudas sobre sus habilidades matemáticas.

Todos podemos cantarCon esta canción Jairo Ojeda nos invita a que todos lo acompañemos.

Se cayó la lunaEn las canciones de Jairo Ojeda la luna puede no sólo caerse sino convertirse en cualquier cosa.

El granito y el pollitoEsta deliciosa canción es recordada por grandes y niños de toda Colombia.

¿Qué será?: En Argentina el grupo Ruidos y Ruiditos también interpreta las canciones de Jairo Ojeda.

Juan sin miedoEn el Pacífico colombiano Las Cantaoras interpretan con orgullo las canciones que Jairo Ojeda compuso para ellas.

Los niños de la mamá osa: Esta bella canción de cuna hace parte del repertorio de Todos Podemos Cantar.


PETRONIO ALVAREZ

Petronio Álvarez

A dónde iría Petronio Álvarez
Con su guitarra a cantar?
En dónde, en dónde estará ahora
Cuánto lo extraña el puerto, el mar?
Su voz sensual ya no escucha
en la calleja ni en el bar
y el viejo puerto está de duelo por su viajante sideral...

-INMEMORIAN AL CUCO-  HERNANDO SAAVEDRA

ImageA pesar de no haberse educado en un conservatorio, de no haber estado ligado a ningún sello disquero, de no haber dedicado su vida a la música ni devengar su sustento de ella, Petronio Álvarez ha pasado a la historia regional como uno de los grandes impulsores del folclore del pacífico junto a figuras como Mercedes Montaño, Teófilo Potes, Peregoyo o Marquitos Micolta. A falta de academia Petronio contó con mucho de instinto, talento y de corazón, para terminar conquistando un encumbrado lugar en la historia musical del Litoral.

Patricio Romano Petronio Álvarez Quintero, o simplemente Petronio, nació el 1 de octubre de 1914 en la isla de Cascajal, Buenaventura, en la costa Pacífica colombiana. Este músico y compositor es hijo de Juana Francisca Quintero Asprilla, una chocoana escritora de versos, y de José Joaquín Álvarez Micolta, un caucano que había llegado a este puerto hacia finales del siglo XIX, atraído por la construcción del primer tramo del Ferrocarril del Pacífico, del cual fue posteriormente maquinista.

Ante la muerte de su padre en 1926 y los apuros de su madre por sobrellevar las responsabilidades del hogar haciendo pan y empanadas de cambray, que por momentos no eran suficientes, Petronio empezó a trabajar desde muy temprana edad. Es así como, con la ilusión de llegar a ser como su padre, consigue empleo en el Ferrocarril del Pacífico, inicialmente como aguatero, para años después pasar a los talleres; allí le regalarían un libro sobre mecánica que le permitió obtener las bases del conocimiento alrededor de la locomoción que junto a la empiria suscitada por su inquieta personalidad, le aseguraron un paulatino ascenso hasta que consiguió el sueño de ser maquinista.

Petronio ejerció como primer maquinista de la locomotora ‘La Palmera' perteneciente a los Ferrocarriles Nacionales, hoy conservada como monumento en la ciudad de Cali. El trabajo en el ferrocarril marcó la vida de Álvarez, pues gracias a él, tuvo la oportunidad de recorrer mucho de la inmensidad del Pacífico colombiano. Él "comandaba su locomotora imprimiéndole un ritmo a su rodar sobre las paralelas que acompañaba con el de las canciones que entonaba a viva luz y que se iban con el humo y el viento". Así lo describe Juana Francisca, su hija y biógrafa.



ImagePero Petronio no sólo heredó de su padre el oficio de maquinista, también el apodo de ‘Cuco', por su supuesta astucia e inteligencia manejando el ferrocarril, y de igual manera su destreza con la guitarra, la cual aprendió a tocar antes de cumplir los veinte años. Sus habilidades de intérprete se complementaron con sus destrezas como compositor, las cuales se intuyeron desde muy temprano, según reseña Juana Francisca, a través de las improvisaciones que Petronio hacía desde que le ayudaba a vender las empanadas de cambray a su madre:

Empanadas de cambray
para las viejas, aquí hay
el que no me las compre
déjelas ahí.
No me las toque
con sus manos
sucias cochinas...

Esta sería a la postre una de sus grandes características y cualidades de Petronio Álvarez como artista: la improvisación. Se cuenta que junto al cajón de herramientas de la locomotora, Petronio acomodaba su guitarra para deleitar a sus compañeros del Ferrocarril con la maestría que poseía interpretándola y con las composiciones repentistas alrededor de temas que le causaban fascinación como lo fueron la naturaleza y los paisajes, inspirados por sus continuas travesías por el Valle del Cauca, además del orgullo por su raza negra y por su Buenaventura natal y la cotidianidad de sus gentes. Es precisamente por la inspiración que le induce su terruño que en 1931 compone ‘Mi Buenaventura', tema que terminaría por convertirse no sólo en su canción más popular, sino también en el himno de este Puerto y sus gentes. Inicialmente fue grabada por Tito Cortés y Los Trovadores de Barú, en 1952, para posteriormente popularizarse en más de 25 versiones grabadas. También en honor a su entrañable puerto, más tarde, en 1935 creó el conjunto musical al que igualmente denomina "Buenaventura".

Su versátil legado musical pasa por poseer bambucos, merengues, huapangos, sones, abozaos y jugas, pero indiscutiblemente fue el currulao, con toda la tradición de sus antepasados africanos, el que más marcó su trasegar en el mundo de la música. A través de sus composiciones en cada uno de los ritmos, Petronio Álvarez recreó a su manera mucho de la idiosincrasia, el acontecer y el sabor del litoral. En piezas como "Teresa" describe el espíritu machista del negro porteño; en "Roberto Cuero", el muerto vivo, pone en escena anécdotas y costumbres populares funerarias de la región; con "Bochinche en el cielo" muestra mucho de sus devociones religiosas con la hilaridad que siempre lo acompañó; a través de "El porteñito" o "Adiós al Puerto" deja en evidencia una vez más, el amor por su tierra. Y así cada canción tiene su historia, igual pasa con "Vespertina", "El Piñal", "Chopero", "Overol", " Linda Porteña", "Coja la Pareja", "Felisa", "Muy Indigna", "Despedida", "Adela", "Año Viejo",‘‘Cali, ciudad sultana", "Adiós a Colombia", "El Cauca", "Viendo Correr", "La Caña de Azúcar", tan sólo algunas de sus composiciones más populares, aún cuando la mayor parte de la obra musical de Álvarez es inédita

Ahora bien más allá de su clara tendencia por los ritmos colombianos y especialmente los sones del Pacífico, la música argentina ejerció gran influencia en la vida musical de Petronio. Cantó y compuso tangos y milongas inspirados en su admiración por el gran Gardel., a tal punto que en algún momento fue llamado el "Gardel del Puerto". Entre los tangos que Petronio compuso se tiene: "El suicida", "Recordación", "El cortito", "Con mi guitarra", "Canto en arrabal" y "El pecho me está doliendo".

En 1942 Petrono Álvaresz conoció a Veneranda Arboleda Rodríguez, natural de Salahonda, Nariño con quien se casaría después de 11 años de convivencia, en la Iglesia de San Nicolás en Cali. Se le adjudican además dos relaciones extramatrimoniales, algo que de acuerdo a Juana Francisca, era considerado como normal entre los hombres de su región. De Petronio Álvarez se reconocen diez descendientes: Gerardo, Gladis, Leyda, Nelly, Iván, Alí, Cristina, Juan Francisca, Nancy y Edilberto. De su padre, Juana Francisca recuerda especialmente su interés por que sus hijos conocieran el folclore y la tradición oral del Pacífico, por medio de mitos y canciones.

En 1958, tras jubilarse de su trabajo en los ferrocarriles, Petronio se traslada a la ciudad de Cali, a una casa en el barrio Salomia. En la Sultana del Valle este negro, grande y corpulento, comienza a ser participe de una serie de reuniones musicales que en honor del Pacífico hacía con su amigos. Petronio Álvarez hace parte de la historia de la bohemia del Cali Viejo. Deambulaba con su guitarra en las noches alegrando con sus improvisaciones y sus canciones ya reconocidas como "Mi Buenaventura", a sus amigos en los bares, cantinas y estaderos en los que ya se había establecido la costumbre de ir a escuchar a cantores y serenateros.


Después de padecer un cáncer óseo que en sus últimos años lo redujo paulatinamente, y que le impidió proseguir con su vida de bohemio vagabundo. Petronio Álvarez murió prematuramente el 10 de diciembre de 1966 en Cali, a los cincuenta y dos años, heredándole todo un legado musical a su familia, amigos y en general a las gentes del Pacífico, legado que ha llevado a que se le llame "El Rey del Currulao". En 1997, en honor al "Cuco" se crearía el Festival de Música del Pacifico ‘Petronio Álvarez', que se celebra anualmente en la ciudad de Cali y el cual se ha convertido a través del tiempo en vitrina del folclor, la cultura y la identidad del Litoral afropacífico.

Poco antes de morir, intuyendo su destino, Petronio compuso la que sería su última pieza, la de su despedida.

DESPEDIDA
Así se despidió de su tierra natal:
Aquí les dejo
Alegres porteños
Esta canción de mi loco afán
Buenaventura, de mis ensueños
Que con el tiempo recordarán
Que fue el criollo
Que una noche
En que su alma se estremeció
Bajo la luna con luz de plata
Sus claros rayos
Me ofreció
Buenaventura de mi loco afán
Que con el tiempo
De mi no se acordarán
Y tus creencias
Mías no han de ser
Porque en el Puerto
A mi no me han de ver
El farolito, la vieja calle
La vieja casa donde nací
Fue la alegría
De aquellos tiempos
Cuando la luz
Primera yo vi
Pero el destino, todo ha cambiado
Ha terminado con mi ilusión
Por eso llevo, dentro del pecho
Ya sin consuelo mi corazón
Buenaventura, de tu
Hoy me despido
Porque mañana estaré en el olvido
Y tus creencias mías
No han de ser
Porque en el Puerto
A mi no me han de ver
Buenaventura de mi loco afán
Que con el tiempo
De mi no se acordarán
Buenaventura de ti
Hoy me despido
Porque mañana
Estaré en el olvido

GUAJALO

JOSE BARROS

ENRIQUE URBANO TENORIO

Biografía // Cronología // Muestra musical 

 Vida y familia

Image"Era buena gente, sincerote, mamagallista, muy hogareño, salía de trabajar la música y se iba para su casa. No era un hombre bebedor, vivió de la música pero no del trago. Eso sí, le gustaba estar siempre bien arreglado, con su cabello liso negro siempre peinado y su ropa siempre en orden. Tuvo la visión de la música del pacífico recorriendo ciudades y creciendo como las olas del océano y logró contagiar a varias generaciones a punta de saxo, voces, guitarras, currulaos, alegría y fiesta". Así describe Marquitos Micolta al maestro Peregoyo, con esa sinceridad que permanece con los años y con los recuerdos de todas esas aventuras que pasaron en el Combo Vacaná, allá en su natal Buenaventura.

Enrique Urbano Tenorio nació en Buenaventura en 1917. Sus padres, el indio Feliciano y la negra Eustaquia, eran de Timbiquí, Nariño, por eso tenía el cabello liso y la piel tostada. Fue el quinto de ocho hermanos, su madre murió en el último parto cuando él tenía ocho años y desde ese entonces vivió con Lidubina, su hermana mayor. Urbano T. era padre del periodista Jorge Enrique Urbano Sánchez, asesinado hace ocho años y era hermano del senador de la República Néstor Urbano Tenorio, en cuyo honor fue bautizado el parque principal de Buenaventura. Su esposa, Inés Sánchez de Burbano, murió un mes antes de la muerte del compositor que murió en octubre de 2007 a los 90 años en Cali.

La palabra ‘Peregoyo' es una variante del vocablo típico ‘emperegoyado' que se da a la persona que siempre esta bien vestida y eso era ya natural en el maestro.

Sus oficios

ImageEnrique era dueño de una infinita calma que le ayudó a desempeñar varios oficios con delicadeza, fortaleza y mucha alegría. Además de las serenatas, cuando era muchacho trabajaba en el puerto como ayudante del maquinista en una draga. Le gustaba escribir, dibujar y cantar. Por eso, superada la época de la máquina, se hizo profesor de la materia de educación estética, que comprendía la enseñanza del dibujo, la música y la caligrafía en el Colegio Pascual de Andagoya, allí trabajó más de 35 años. Toda una generación llevó en las curvas de su caligrafía Palmer las huellas de aquel docente amable, pero estricto, que enseñó el arte de la buena letra. Esto también lo hizo el único personaje que podía elaborar los carteles del Teatro Caldas, donde además trabajó como maquinista de cine. Después de la música, la enseñanza fue su segunda pasión y la que le dejó una pequeña pensión para sobrevivir hasta los últimos años de su vida. También trabajó como locutor en reemplazo de su hermano Néstor en el programa ‘Mensajes Portuarios', en una emisora propiedad de los Ferrocarriles Nacionales, convirtiéndose en el primer locutor con licencia en Buenaventura.

Cómo llegó a la música

Peregoyo sintió desde niño una inclinación hacia la música. Dicen que nació músico, aprendió a tocar de oído y viendo tocar instrumentos de cuerda (bandola, guitarra, violonchelo y violín). Luego estudió composición y aprendió a tocar el saxo. Sin conocimientos musicales se inició como instrumentista de bombo y platillos en la única orquesta con formación académica que había en Buenaventura, ‘Los Barbacoanos'. Desde un principio, el maestro hizo un verdadero trabajo de investigación musical de manera empírica, pues se nutrió de la música raizal afro de los montes, las selvas y los ríos de la costa.

En su primer longplay que salió al mercado recogió el ritmo madre del currulao, el abozao chochoano, el aguabajo, el porro, el arrullo y el son montuno del caribe, e incluso incorporó el ritmo de la descarga, a semejanza de las orquestas cubanas.


Los 60's, la época dorada del combo  Vacaná

ImageSu pasión musical en grande fue un poco tardía. Sólo después de los cuarenta años se dedicó de lleno a lo suyo, a hacer música para todos. Fue cuando dio vida al ‘Combo Vacaná', con el propósito de amenizar la fiesta de la Virgen del Carmen, en junio. No tenía interés comercial. En esta agrupación tocaba saxofón. Se atrevió a grabar y entonces surgió un sencillo con los discos ‘Mi Peregoyo' y ‘Mi San José', en la voz de la inmortal de Leonor González Mina, bien llamada ‘La Negra Grande de Colombia'. El grupo y su director fueron cogiendo fama y los bonaverenses ya no sólo lo querían escuchar en la fiesta de la Virgen, sino en encuentros bailables de diferente índole.

Discos Fuentes lo buscó y le abrió sus estudios para que grabara su primer larga duración y allí quedaron grandes éxitos, como ‘La palma de chontaduro', ‘La Pluma'; ‘Río de Juajui', ‘Martha Cecilia' y ‘Mi Buenaventura', este último convertido en un verdadero himno de aquel municipio.

La vejez

El pelo azabache se puso totalmente blanco, la gloria poco a poco se transformó en olvido, llegaron las enfermedades y de todo aquello sólo quedó una precaria pensión de docente.

Se fue de su casa en la Calle El Naranjito, de Buenaventura, con la única esperanza de volver. En Cali, en silla de ruedas y con la memoria esquiva, componía en un cuaderno y recibía las visitas de su ‘Combo Vacaná', que no deja de sonar. Peregoyo es una página bíblica de nuestra historia musical, el comienzo de una gran aventura, el papá de todos aquellos que hoy están; él tocaba en nombre de los viejos campesinos que vieron nacer esta música, de todos los pescadores y agricultores que la hacen vivir cada día. Esta es la larga historia de una región invisible, virtual, subterráneo sin quererlo ser y que poco a poco empieza a revelar su riqueza al mundo. Enrique le cantó siempre al mar, a las mujeres de su tierra y a sus tradiciones.


Enrique Urbano Tenorio: Popularmente conocido como "Peregoyo", nació en Buenaventura el 10 de enero de 1920 y en ella hizo sus estudios primarios y secundarios.

En la Universidad del Valle hizo estudios superiores de música, principalmente con los profesores José María Burbano y León J. Simar.

Cofundador de la Banda Municipal, organizó también la Orquesta Bahía y en 1960 el Conjunto " Vacaná" con el cual alcanzó renombre nacional e internacional con obras como: Mi Buenaventura, Río Juají, El Currulao, La Palma de Chontaduro, Ola de Agua, Sabor Vacaría.

Es autor de la música del Himno de Buenaventura, cuya letra es del poeta Helcías Martán Góngora.

Cronista y empresario, nacido en Buenaventura. Recorrió gran parte del mundo en la naves de la Flota Mercante Gran Colombiana.

Es promotor de concursos literarios infantiles y del concurso "El Mejor Bachiller".

En 1986 gana su primer premio literario, en el cual recibe además la distinción de Cronista del Valle del Cauca.

Obras suyas son: Golpe en la Resaca (1990), El Negro en el Desarrollo de la Costa Pacífica (1995), Buenaventura en la Nueva Era del Cambio (1994). Fue también Gerente de la Asociación de Comerciantes de Pueblo Nuevo, en Buenaventura.